Sinopsis: La extraña maldición que pesa sobre Julian de Macedonia desde hace 2.000 años le ha condenado a pasar la eternidad atrapado en un libro hasta que una mujer le invoque para satisfacer sus deseos. Esclavo sexual, al fin y al cabo, Julian ha tenido mucho tiempo para perfeccionar sus habilidades y es capaz de hacer realidad las fantasías más secretas de cualquier mujer para proporcionarle un placer inimaginable. Pero cuando Julian es convocado para ser el amante de Grace Alexander durante un mes, descubre en ella a la mujer capaz de hacer realidad un sueño oculto: un amor que llene el vacío de su corazón y, quizá, sea capaz de poner fin a la maldición.

Esclavo sexual, creo que poco hay que decir de lo que se busca cuando alguien se pone a leer este libro, ¿verdad? No sé por qué pero cada año igual, es llegar enero o febrero y siento la imperiosa necesidad de devorar este tipo de libros.

¿El  libro es malo para ponerle esa puntuación? Ni por asomo, lo que pasa es que al ser del género erótico creo que le faltan escenas picantonas, se queda más en una novela romántica por las sensaciones de amor y necesidad que pueden despertar los personas. Como novela romántica está muy bien, pero claro, al ver el género en el que estaba metido yo esperaba otra cosa. 

Este primero libro es previo a la saga propiamente dicha, no hay seres sobrenaturales tipo cazadores oscuros, daimons, katalarios ni arcadios, aunque sí dioses del olimpo. Tenemos a un eros buenísimo con el que te descojonas, una afrodita a la que dan ganas de hostiar la mayor parte del tiempo y unos protagonistas a los que terminas queriendo.

La pobre protagonista no cree en esas cosas y por hacer una tontería termina con el típico cachas en su casa diciéndole que está ahí para satisfacer todas sus necesidades sexuales durante un mes, día y noche y sin descanso. Es la maldición del griego que enfadó a un dios muchos siglos atrás. El chico fue un feroz soldado que se encuentra en esa tesitura, debe hacerlo por mucho que su orgullo y sentimientos dicten lo contrario, su existencia ya no le pertenece.

El haber estado así durante siglos consiguió que se hiciese frío para no volverse loco, y que las humanas que lo invocaban solo le quisiesen para el sexo y no tuviesen en cuenta ni sus necesidades ni nada más pues tampoco ayudaba. 

Todo cambia cuando la prota lo invoca por una broma, ella no quiere usar a nadie, no le parece bien; pero él no para de intentarlo en un principio porque aunque la desee, sabe que no debe querer otra cosa y no debe, ya que al mes volverá a ese lugar oscuro donde está retenido sin poder sentir nada aparte del dolor de sabe que nadie le quiere, que no está en su tiempo y tener sed y hambre pero no poder saciarla. 

Obviamente entre ellos nacerá primero una amistad y luego el amor, pero claro, luchar contra una maldición y encima una lanzada por un dios griego no es ninguna nimiedad. Es un libro bonito y divertido, ya digo que como romántico no está nada mal, no me desagrada.